Durante el último tramo el embarazo me costó mucho dormir y me despertaba a cada rato… a veces a causa de las patadas de la niña, a veces a causa de la vejiga comprimida que me obligaba a ir al baño a cada rato y algunas veces por el calor extremo que sentía que me hacía despertar empapada de transpiración… puaj!
Cuando consulté al médico por los trastornos del sueño, me explicó que durante la etapa final del embarazo el cuerpo te va preparando para dormir fragmentado. Sería una especie de training para luego poder seguirle el ritmo al bebé.
A 19 días de nacida la criatura puedo confirmar que el entrenamiento no fue exitoso! Me quiero matar cada vez que suena el despertador (la beba no llora pero la tengo que despertar cada 3 horas para que coma :S… si apesta!)
Hagamos cuentas. Me levanto cada tres horas, tardo 15 minutos en preparar la mamadera, 1 hora en que la tome (porque está súper dormida y da millones de vueltas), 5 minutos en cambiarla y 40 minutos aprox en que se vuelva a dormir.
Si el despertador suena a la 1am, me vuelvo a acostar a las 3am y a las 5.15am suena el despertador de nuevo (5.15 porque calculo 3 horas desde que terminó la mamadera… ni hablar si calculamos desde que la empieza a tomar)
¿Lo bueno de este ritmo de vida?
- Me entero de todas las noticias en tiempo real… hasta de las que acontecen en Australia, China, Indonesia…
- No rigen más para mi los husos horarios… vivo al instante lo que twittea gente en Los Angeles (5 horas menos), en España (5 horas más), en India (10 horas… no sé si más o menos)
- Puedo ver los partidos del Australian Open en vivo (pena que no me interesa el tenis, sino era un golazo)
- Veo todos los días el amanecer (lástima que no es en una playa paradisíaca, sino por la ventana de casa) :S
No hay comentarios.:
Publicar un comentario